Invisible
No pretendo quedarme por
siempre con la piel en movimiento.
No intento correr en
círculos,
quebrar mis rodillas ni
astillar los huesos.
No pretendo alcanzar lo
imposible,
degustar reflectores,
ni empaparme asustada en las
profundidades del océano.
No pretendo del pasado
desvestirme,
pasar de ser barro a lodo
ni derretirme sobre la vida de
otros.
Quiero enredarme en la
oscuridad del foro,
ser invisible,
andar por la columna
vertebral sin miedo de romperla,
gritar sin mover los labios.
Entonces, juzgaré lo que el
tiempo nos ha hecho:
los trozos perdidos,
las
quimeras olvidadas,
los
cuerpos ofendidos.
Seré como el mar que
improvisa sus olas.
Me tallaré los recuerdos que
se fugarán por el drenaje para volverse noche.
No
pretendo quedarme por siempre
ni clavarme en la punta de
los árboles
para mirar diminutos los
miedos.
No pretendo permanecer con
manos hambrientas,
atragantarme el tiempo que
resta,
disparar a mis piernas
cansadas y tirarme a recogerlas.
No
pretendo quejarme, quemarme.
No
pretendo quedarme por siempre.